Entrevistamos al Ing. Juan José Gaitan de la Universidad Nacional de Luján y CONICET, a propósito del servicio de consultoría brindado por el ONDTyD junto a Innovat para el Proyecto Readiness Patagonia, financiado por el Fondo Verde del Clima a través del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
Según la Convención de Lucha contra la Desertificación de las Naciones Unidas, cerca del 50% de los pastizales existentes en el mundo están siendo afectados por el cambio climático, poniendo en riesgo una sexta parte de la producción de alimentos para la cría de ganado y un tercio de las reservas de carbono del planeta. En Argentina, los pastizales naturales cubren alrededor de 160 millones de hectáreas, de las cuales 70 millones se encuentran en la Estepa Patagónica. Es por ello que, a mediados de 2022, el Fondo Verde para el Clima creado por el Convenio Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, lanzó un Proyecto Readiness sobre Conservación de pastizales patagónicos de Argentina, consistente en el financiamiento de diversos servicios de consultorías para elaborar un diagnóstico y diseñar una estrategia para “minimizar la vulnerabilidad climática de los habitantes rurales, aumentar las capacidades de regeneración de pastos y suelos y conservar la biodiversidad”.
El Project Manager del Proyecto Readiness Patagonia es Juan José Gaitán, Ingeniero Agrónomo de la Universidad Nacional de Luján (UNLu), Magister en Recursos Naturales y Doctor en Ciencias Agropecuarias por la UBA, Investigador Adjunto de CONICET y Profesor de Conservación de Suelos en la UNLu. Desde Innova-T conversamos con él, a propósito de la primera consultoría del Readiness Patagonia, que fuera asignada a un equipo de trabajo conformado por el Observatorio Nacional de Degradación de Tierras y Desertificación.
Innova-T: – La primera consultoría del Readiness Patagonia fue para el “Desarrollo de estudios socioeconómicos, evaluaciones de riesgo y vulnerabilidad climática e identificación de prácticas de adaptación y mitigación en los ecosistemas de pastizal de la Patagonia argentina”. ¿Qué es el Observatorio Nacional de Degradación de Tierras y Desertificación que presentó la propuesta seleccionada?
Juan Gaitán: – El Observatorio Nacional de Degradación de Tierras y Desertificación es un consorcio de instituciones del Sistema Científico Nacional, integrado por diversas instituciones como INTA, CONICET, universidades nacionales, creado a partir del año 2012, 2013, derivado de un proyecto anterior, que fue un proyecto de FAO, el LADA, que tenía como objetivo realizar una evaluación de la desertificación en las zonas áridas del país. A la finalización de ese proyecto, las instituciones participantes consideraron de importancia y de utilidad darle continuidad a ese estudio, y seguir con los monitoreos de la desertificación y también ampliarlo hacia las zonas húmedas del país, porque el proyecto LADA abarcaba solamente las regiones áridas. Y, de esa manera se logró consensuar la conformación de un Observatorio Nacional de Degradación de Tierras en Argentina que funciona a través de sitios pilotos distribuidos a lo largo y ancho del país. Actualmente son alrededor de 23 sitios pilotos en todo el país donde se desarrollan estudios sobre la dinámica de la degradación de tierra, los cambios en el clima y estudios socioeconómicos, relacionados justamente a la degradación de tierras, con la finalidad de generar información acerca de los cambios que se están ocurriendo en los territorios que, a su vez, permitan y apoyen la toma de decisiones, la generación de políticas públicas, para justamente luchar contra esos procesos de degradación de tierras en el país.
Innova-T: – ¿Y en qué consistió la propuesta presentada por el ONDTyD?
Juan Gaitán: – El proyecto Readiness tiene como objetivo central la elaboración de una estrategia de manejo de los pastizales de Patagonia que permita mejorar la calidad de vida de los productores rurales, reducir su vulnerabilidad frente al cambio climático, mejorar el estado de salud de los pastizales, y contribuir a la mitigación y adaptación frente al cambio climático de lo que es la región patagónica. Entonces, esa estrategia que debe contribuir a esos diversos objetivos se construye a través de la elaboración de varios insumos o información necesaria para elaborar esa estrategia. La consultoría de la firma uno, llevada adelante por el Observatorio nacional, tiene como finalidad desarrollar esos estudios para elaborar esa estrategia de manejo. Se van a desarrollar estudios en diez comunidades rurales de Patagonia, en las cinco provincias: dos comunidades en Neuquén, dos en Río Negro, tres en Chubut, dos comunidades en Santa Cruz y una en Tierra del Fuego, donde se van a hacer estudios biofísicos del clima, de la vegetación, de los suelos, se van a analizar las características socioeconómicas de la población rural, su vulnerabilidad frente al cambio climático, se va a hacer una recopilación de las prácticas de manejo o tecnologías de manejo recomendadas desde los organismos técnicos para mitigar o adaptar los sistemas ganaderos, ovinos fundamentalmente, también caprinos y bovinos, frente al cambio climático. Ese conjunto de estudios, que se va a desarrollar en el marco de esta consultoría, va a derivar finalmente en la elaboración de una estrategia de manejo. Y esa estrategia de manejo se va a plasmar en un proyecto más amplio, que sería una segunda etapa en la que se buscaría implementar en el territorio la estrategia de manejo definida. Para eso, se va a solicitar un financiamiento ante estos fondos internacionales, el Fondo Verde para el Clima.
Innova-T: – En función de los objetivos definidos en la propuesta de consultoría, ¿cuáles son los principales avances alcanzados hasta el momento?
Juan Gaitán: – Se conformó un equipo técnico multidisciplinario que abarca diferentes especialidades: tenemos participantes en el proyecto que van desde la ecología y manejo de pastizales, suelos, clima, y también profesionales que trabajan en las áreas más sociales y socioeconómicas. Se definieron las diez comunidades objetivo del proyecto y se comenzaron a hacer los primeros estudios que tienen que ver con una caracterización biofísica de esas comunidades. Se comenzó a trabajar también la caracterización socioeconómica de los pobladores rurales de esas comunidades a través de la realización de encuestas. Actualmente se está avanzando en los siguientes estudios que tienen que ver con procesar esa información socioeconómica para analizar la vulnerabilidad frente al cambio climático. También otro avance que se hizo fue recopilar las prácticas de manejo recomendadas para la mitigación y adaptación al cambio climático.
Innova-T: – En ese largo camino recorrido, ¿cuáles son los mayores desafíos a superar?
Juan Gaitán: – La Patagonia es un territorio muy grande, alrededor de 80 millones de hectáreas, y muy diverso, muy heterogéneo ambientalmente, entonces, no hay recetas únicas y válidas para todo el territorio, sino que las diferentes subregiones de la Patagonia tienen características propias y específicas. Entonces, lograr una visión amplia y un equipo interdisciplinario que pueda abordar esa heterogeneidad es todo un desafío en sí mismo. Y, a su vez, al ser un territorio tan amplio, los equipos de trabajo están bastante dispersos, no están cerca unos de otros, no tienen esa posibilidad de reunirse tan frecuentemente y eso dificulta un poco la interacción. Si bien las nuevas herramientas que disponemos actualmente de conectividad, el trabajo remoto y demás, facilitan, en cierta manera, pero siempre son más enriquecedoras las instancias de trabajo presencial. Y a veces no es tan fácil de lograr eso. Entonces, yo creo que el principal desafío que tenemos es el de poder articular las diferentes visiones, de lograr espacios de trabajo presenciales que faciliten el intercambio.
Innova-T: – ¿Cuál sería la utilidad concreta de la consultoría realizada por el ONDTyT en relación a la lucha contra los efectos del cambio climático?
Juan Gaitán: – Yo creo que lo innovador de este proyecto, de esta consultoría, es tratar de generar información científica para la toma de decisiones. Y, a su vez, monitorear el resultado de esas acciones para modificar o corregir los rumbos. Estamos generando un conjunto de información sobre las tendencias, los cambios que están ocurriendo en el clima, en la vegetación como fuente de forraje y base fundamental para los sistemas ganaderos de Patagonia, y generando estrategias de manejo adaptativo en función de los cambios que van ocurriendo en cada territorio, generando estrategias que permitan ir adaptando el manejo a esas situaciones cambiantes. Y, a su vez, generar un sistema de medición, de monitoreo, para justamente evaluar el resultado de las acciones y aprender sobre esos resultados. Y, en base a eso, ir modificando esa estrategia de manejo. Entonces, generar la evidencia científica que apoye la toma de decisiones en las comunidades porque este proyecto se desarrolla en comunidades y la idea es aportar esa información técnica a un espacio de toma de decisiones local, donde se analice, se provea esa información, para decidir estrategias de manejo del pastizal en cada una de esas comunidades. Y, luego, hacer un monitoreo del resultado de esas acciones que nos permita ir introduciendo cambios en esa estrategia de manera de ir aprendiendo, midiendo el resultado, para ir aprendiendo en el proceso y mejorando. Establecer como un círculo virtuoso, digamos, de generar evidencia para la toma de mejores decisiones.
Innova-T: – Pensando en el potencial para generar futuras vinculaciones tecnológicas ¿cuáles son las capacidades acumuladas por el ONDTyD a lo largo del tiempo?
Juan Gaitán: – El Observatorio, a través de su historia de más de 10 años de funcionamiento, ha generado una red que ha trascendido diferentes administraciones de gobierno y que se ha consolidado. Eso es una fortaleza muy grande porque permite darles una continuidad a los estudios, y han ido progresando y mejorando a través del tiempo estos diagnósticos, estos monitoreos, cada vez con mejores herramientas. Esa información es fundamental para la toma de decisiones. Y, a su vez, monitorear, un poco como decía antes, el resultado de las acciones permite aprender y mejorar el proceso. Por eso me parece que es fundamental darle continuidad. El monitoreo tiene que ser permanente y a largo plazo, porque es lo que le da riqueza justamente. Hacer monitoreos a largo plazo te permite ir pudiendo contrastar con las situaciones pasadas de una manera comparable y homogénea. Y esa es justamente la fortaleza de un observatorio, que sea permanente y a largo plazo, que tenga continuidad, que los métodos puedan ser comparables con las mediciones y los datos que se generaron diez años atrás, con los actuales y con los que se van a generar en los próximos diez años. Porque, si no, no podremos generar información para la toma de decisiones.
Es usual pensar que la utilidad práctica de la ciencia está dada, exclusivamente, por la capacidad de generar nuevos bienes tecnológicos de alto valor comercial. Sin embargo, una demanda importante de vinculaciones tecnológicas con nuestro sistema público de investigaciones, proviene de organismos nacionales e internacionales y su necesidad de contar con estudios rigurosos, confiables y multidisciplinarios, para poder orientar el diseño y la implementación de políticas públicas. Como Unidad de Vinculación Tecnológica de CONICET, especializada en la gestión de múltiples herramientas de vinculación y transferencia de tecnologías, la Fundación Innova-T promueve la conformación de equipos de trabajo que, como el Observatorio Nacional de Degradación de Tierras y Desertificación, puedan afrontar los nuevos desafíos que supone, en la actualidad, este tipo de servicios de consultorías.