El CONICET y la Universidad Americana de Asunción, con el apoyo y logística de PLAPIQUI y de la Fundación INNOVA-T, contribuyen a la investigación sobre la producción de biocombustibles renovables. Una asociación público-privada y multisectorial como herramienta de desarrollo.
Fruto de un convenio de vinculación tecnológica I+D (Investigación y Desarrollo) entre el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), la Fundación para la Innovación y Transferencia de Tecnología (INNOVA-T), la Universidad Americana de Asunción (Paraguay) y la empresa Redox Química SA, de Paraguay, el reactor experimental de alta temperatura y presión, denominado APAT v1 que fue íntegramente desarrollado en el ámbito del Centro Científico Tecnológico (CCT) CONICET Bahía Blanca fue exportado a la alta casa de estudios de Paraguay. El mismo será utilizado en el marco de una investigación desarrollada en la Universidad Americana de Asunción que se dedica a la producción de biocombustibles renovables a partir de la hidrogenación de aceites vegetales mediante la utilización de diferentes catalizadores.
Fueron parte fundamental del desarrollo tecnológico el grupo de Termodinámica de Procesos de la Planta Piloto de Ingeniería Química (PLAPIQUI, CONICET-Univ. Nac. del Sur), quienes desarrollaron la ingeniería de laboratorio, su diseño, operatoria y puesta a punto. En tanto, la construcción y montaje de cada parte del equipo fue realizada por los técnicos del taller de Metalurgia y Tornería de la Unidad de Apoyo Territorial del mismo CCT.
Asimismo, de la posibilidad de concretar su transferencia, también participaron la Oficina de Transferencia Tecnológica de PLAPIQUI, la Oficina de Vinculación Tecnológica del CCT y la Fundación Innova-T, quienes gestionaron el convenio que permitió que la tecnología llegue a Paraguay.
“El desarrollo de este equipo es muy importante en varios sentidos, porque se trata de una colaboración con una Universidad de un país hermano como es Paraguay, lo cual significa para nosotros afianzar capacidades de diseño y construcción específicas a nivel internacional”, expresó Pablo Hegel, investigador del CONICET en PLAPIQUI y responsable técnico del desarrollo y añadió: “los conocimientos adquiridos en el marco del proyecto posibilitarán, además del crecimiento del grupo de investigación, la generación de nuevos prototipos y la aplicación de técnicas de alta presión de avanzada para la obtención de energía, materiales y químicos de valor agregado”.
La tecnología lograda es un ejemplo de I+D producto de un trabajo interdisciplinario y conjunto entre los distintos actores involucrados, que genera impactos que van más allá del dispositivo creado y exportado, puesto que resulta en capacidades de investigación nuevas e innovadoras para el área de la tecnología supercrítica y de alta presión a nivel internacional.
“Nuestro grupo trabaja desde hace muchos años en temas vinculados a procesos de alta presión, con fluidos supercríticos, y viene desarrollando equipamiento de laboratorio. Haber sido elegidos como grupo de investigación en Argentina para colaborar en este proceso de investigación y desarrollo y también de transferencia, es una manera de consolidar la colaboración y los vínculos entre grupos de investigación en la región”, resaltó Hegel.
Según explica el investigador, el reactor supercrítico será utilizado en investigaciones acerca de la obtención de biocombustibles y en otros estudios relacionados a procesos sostenibles, que utilizan solventes verdes, como dióxido de carbono, y podría aplicarse también a industrias como la petroquímica o la farmacéutica.
Una exportación que abre caminos
Verónica Bucalá, investigadora principal del CONICET y directora de PLAPIQUI, celebra la exportación de un Reactor para Procesos Supercríticos y afirma: “Es un nuevo hito que señala el progreso en la madurez de las tecnologías que se están desarrollando en nuestro instituto. Este producto es resultado del trabajo sostenido del grupo de Termodinámica de PLAPIQUI, que ha logrado destacarse a nivel internacional en tecnologías basadas en fluidos supercríticos. Nuestras felicitaciones al equipo por la tenacidad para alcanzar este logro”.
Y sostiene: “Si bien los investigadores e investigadoras de PLAPIQUI tienen amplia experiencia en la transferencia de conocimientos, esta “travesía” requirió brindar apoyo institucional para adecuar los instrumentos de vinculación y hacer posible la exportación. En esta tarea, nuestra Oficina de Transferencia de Tecnología tuvo un rol central. Fueron múltiples los desafíos que debieron ser sorteados; destacamos la colaboración de la Presidenta y de la Gerencia de Vinculación Tecnológica del CONICET que hicieron posible la adecuación de normas nacionales para lograr la exportación. Innova-T también se comprometió con el proceso y nos acompañó de manera constante. Creemos que entre todos hemos abierto un camino para que otros institutos del país que desarrollan tecnología puedan exportar productos y posicionen al CONICET como proveedor de estos desarrollos en la Región. El 2021 fue un año de trabajo arduo y sostenido, que hoy rinde sus frutos. Agradecemos enormemente a todas las personas que hicieron esto posible”.
Uno de los actores fundamentales para que se concrete la exportación fue la Fundación INNOVA-T, Unidad de Vinculación Tecnológica del CONICET que acompaña desde hace más de 25 años la promoción, desarrollo y administración de las actividades de vinculación tecnológica del CONICET. En este marco, es que en 2021 la fundación emprendió el camino de acompañar a PLAPIQUI en la exportación y envío del equipo, reactor supercrítico, al exterior.
Esta tarea resultó para INNOVA-T un desafío de gran magnitud que contó con la importante colaboración de la Subsecretaria de Economía Conocimiento del Ministerio de Desarrollo Productivo y la Dirección General de Aduana de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Culminando su recorrido con la concreción de la exportación del equipo por la plataforma de Exporta Simple del Ministerio antes citado.
Isabel Mac Donald, presidenta de INNOVA-T, destaca que “el sector de Ciencia y Tecnología tiene la gran oportunidad de generar divisas a través de exportaciones con un alto valor agregado en el desarrollo de equipos y en la oferta de servicios. Y comunica que INNOVA-T continuará colaborando junto al CONICET en este recorrido, inscribiéndose como exportador para facilitar la operatoria de exportaciones”.
Características del Reactor
El equipo está construido en acero inoxidable, posee una capacidad de 375 mililitros y permite operar a temperaturas de entre 350 a 375ºC y presiones hasta 125 bar, respectivamente. Otras características técnicas que lo distinguen son que cuenta con una función de agitación magnética de reactivos para asegurar el correcto mezclado de los mismos a alta temperatura y presión y un método de cierre mediante una junta especial para evitar las fugas del material durante la experiencia. Además, su tapa posee tres conexiones que permiten la colocación de instrumentación, la alimentación de reactivos, y el muestreo de productos.Un recipiente de alta presión externo al reactor posibilita la purga del sistema, la toma de muestras, y el apagado de la reacción mediante la extracción y enfriamiento de los productos. Contiene también varios elementos auxiliares: camisa de calefacción, motor de agitación, controlador y lector de temperatura y una estructura elevadora del reactor.
El grupo de investigación de PLAPIQUI, que además de Hegel lo integran las doctoras Selva Pereda y Natalia Cotabarren, investigadora y becaria del CONICET respectivamente, quienes elaboraron también un manual de funcionamiento, un protocolo experimental y un video instructivo sobre el uso del Reactor Experimental de Alta Temperatura y Presión.