En este 1° de Mayo, saludamos a todxs lxs trabajdorxs de InnovaT y compartimos esta breve entrevista a Paula Luciani*, en la que nos cuenta la historia detrás de esta fecha tan especial.
¿Por qué se celebra el Día Internacional del Trabajo el 1° de mayo?
Como las formas de nominar importan, me inclinaría por aludir más bien al Día internacional de lxs trabajadorxs. La fecha se imbrica con una serie de huelgas y movilizaciones organizadas en los Estados Unidos a comienzos de mayo de 1886, reclamando al gobierno la implementación y respeto de la jornada laboral de ocho horas, una de las demandas obreras salientes en los orígenes del movimiento obrero. La respuesta represiva que tuvieron esas protestas -de cuya escalada y muertos se responsabilizó oficialmente al anarquismo- resultó en la condena y ejecución de los llamados “mártires de Chicago”.
¿Hubo sucesos similares en otros países? ¿Y en Argentina?
Las huelgas y otras formas de protesta por la reducción de la jornada de trabajo se reiteraron, con distinto alcance y articulación, en las últimas décadas del siglo XIX y los albores del XX, conforme el avance de las relaciones capitalistas iba transformando el mundo del trabajo en distintos espacios del globo. Son claves para comprender el proceso de formación de la clase obrera y dan cuenta de la importancia de la experiencia de la explotación en dicho proceso.
En relación puntualmente con esta efeméride, a pesar de lo emotivo de los acontecimientos de 1886, la fecha no se incorporó enseguida al calendario ritual de lxs trabajadorxs. En 1888, la American Federation of Labor retomó el reclamo en los Estados Unidos, formulando un nuevo plan de lucha, y en 1889, la II Internacional lo designó como Día internacional del trabajador. 1890 fue un año clave pues para ese 1° de mayo se impulsó la realización de una gran demostración global para que los obreros y obreras de todas partes del mundo exigieran simultáneamente la reglamentación de las ocho horas.
En nuestro país, esa conmemoración tuvo la impronta de la II Internacional en un contexto de creciente tensión al interior de las propias elites dirigentes. Las manifestaciones del 1° de mayo de 1890 fueron organizadas por grupos socialistas de Buenos Aires y acompañadas por veladas nocturnas con música, canto y baile en la sede del Club Vorwärts. Sin embargo, numerosxs especialistas han señalado la tensión existente desde entonces entre los sentidos luctuosos y más decididamente contestatarios con que el anarquismo se aproximaba a la fecha, poniendo en el centro el recuerdo de la matanza de 1886, y los intentos socialistas por vertebrarla como una “fiesta de los trabajadores”, que conmemoraba respetuosamente tanto como celebraba.
¿Cuáles son las claves de la lucha del movimiento obrero hoy en Argentina?
Cualquier respuesta breve a esta pregunta tiene el problema de ser parcial por fuerza. Sin embargo, creo que al interior de las organizaciones consolidadas, uno de los principales desafíos sigue siendo mejorar los mecanismos de relación y participación de las bases, junto a debates y acciones serias para impulsar a las mujeres y las diversidades en todos los espacios. Otra clave es atender a las aceleradas transformaciones del mundo del trabajo en las últimas décadas y a la necesidad de articular con la multiplicidad de sujetos que modifican el entorno y crean valor y, por tanto, trabajan, aún si lo hacen en los márgenes o incluso fuera del “empleo” formal. Hay demandas del movimiento obrero que son solidarias con las de estos sectores en el marco de un capitalismo cada vez más excluyente y más reñido con la redistribución.
*María Paula Luciani es egresada de la carrera de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, Magistra y Doctora en Historia por el Instituto de Altos Estudios Sociales de la Universidad Nacional de San Martín. Recibió becas de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Investiga temas vinculados con la historia de las agencias laborales del Estado Nacional durante el primer peronismo. Se ha desempeñado como docente en los niveles primario, terciario y universitario en distintas instituciones y desarrollado distintas tareas de gestión educativa. Actualmente es docente de grado y posgrado en la Escuela IDAES/UNSAM y en la UMET.