Se trata de un convenio con la compañía CNC INTECH ARGENTINA S.A que tiene como objetivo validar una unidad de control electrónico para maquinarias agrícolas. Esta asociación público-privada puede impactar en el sector socio-productivo tanto a nivel industrial como agrícola. (Imagen de portada: Fertilizadora con el tractor antes de salir a una prueba de campo. Fuente: CONICET).
La implementación de tecnologías digitales y de telecomunicaciones en maquinarias agrícolas permite incrementar los rendimientos, mejorar procesos productivos y obtener datos precisos para hacer más eficiente el manejo de los campos. En este sentido, la incorporación de herramientas como microprocesadores, aplicaciones, conectividad inalámbrica (Wi-Fi y red móvil) y señales de GPS, implementadas en sistemas de electrónica digital, contribuye al desarrollo de equipamientos agrícolas de alta calidad.
A través de un convenio de asistencia técnica entre el CONICET y la empresa CNC INTECH ARGENTINA S.A., un investigador del Consejo lleva adelante actividades de transferencia, que tienen como objetivo validar el desarrollo de una unidad de control electrónico (ECU, por sus siglas en inglés) para maquinarias agrícolas del tipo rotoenfardadoras y dosificadoras, cuyas funcione son, respectivamente, la recolección y enrollado de pasturas y forrajes, y la regulación de la siembra y fertilización. Las ECU, por su parte, son dispositivos que pueden regular distintas funciones de un vehículo. La finalidad es que esta asociación público-privada tenga un doble impacto socioproductivo, al repercutir tanto a nivel industrial como agrícola.
CNC INTECH ARGENTINA S.A. es una empresa ubicada en la ciudad de 9 de Julio, provincia de Buenos Aires que desarrolla y fabrica en serie máquinas de control numérico. Además, hay distintas empresas que contratan a INTECH para hacer desarrollo de productos, servicios o tecnológicos en general, vinculados a la ingeniería mecánica, electrónica, software y fabricación.

El investigador del CONICET Juan Pablo Pascual, del Departamento de Ingeniería en Telecomunicaciones de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), comenta sobre el convenio: “Es el resultado de un año de trabajo previo. La empresa que nos contrata está desarrollando unidades de control electrónico, que permitan supervisar el proceso de producción en distintas máquinas agrícolas. Por ejemplo, en aquellas que producen los fardos para alimentar a los animales, así como también en sembradoras y fertilizadoras”. El especialista detalla que las unidades recolectan datos de lo que ocurre y controlan el proceso de dosificación, tanto en la fertilizadora como en la sembradora.
Estos sistemas tienen componentes electrónicos: por ejemplo, las placas que controlan están implementadas sobre microprocesadores. También, hay sistemas para que quienes las operan observen lo que sucede: “Hay una aplicación que puede verse en una tablet y se comunican mediante Wi-Fi. La información se envía a un servidor por la red móvil”, describe Pascual. Y agrega: “Al ser necesario conocer la posición de la máquina en todo momento se usan señales de GPS, así es como se incorporan las telecomunicaciones en todo el sistema”.
La validación del dispositivo
Durante el proceso de desarrollo de la ECU por parte de CNC INTECH ARGENTINA S.A., se presenta la necesidad de validar tanto el dispositivo como su implementación en hardware y software. Para esto se cuenta con la asistencia técnica del científico, quien interviene en diversas etapas con el objetivo de resolver problemas, identificar fallos y posibles mejoras en el desarrollo del producto. Además, trabaja sobre la viabilidad de la fabricación en serie, por parte de la empresa, de las placas electrónicas que conforman la ECU.
Respecto del asesoramiento que pueden recibir distintas empresas del sector socioproductivo por parte del CONICET, el presidente de INTECH, Alfredo Quiroga, sostiene: “Para el desarrollo productivo es un gran aporte de valor agregado. Permite que empresas del interior del país tengan acceso a personal sumamente calificado, desarrollar productos de alta calidad, donde se requiere un conocimiento intensivo en un área específica, acelera los desarrollos y los hace posible. El empresario toma un riesgo importante al hacer el desarrollo, es una apuesta a futuro y contar con el apoyo de investigadores del CONICET es valioso porque, además, nos anima a resolver problemas más complejos y desafiantes”.

Impacto industrial y agrícola
Según Pascual y Quiroga, esta vinculación tiene impacto tanto a nivel agrícola como industrial: “Estos sistemas van a estar montados sobre máquinas, producidas por una fábrica en Argentina”, afirma Pascual, y explica que se agrega valor desde el punto de vista de que se trata de tecnologías diseñadas para las maquinarias agrícolas producidas por estas fábricas que, a su vez, solicitan los servicios de CNC INTECH ARGENTINA S.A., y se incorpora un dispositivo que puede terminar en un producto.
Asimismo, indican que el impacto se da también en el sector agrícola, porque mejora la precisión en la dosificación, el relevamiento de datos y pos-procesamiento. A futuro, esto podría servir para ofrecer recomendaciones a agrónomos y productores y así, que obtengan información precisa y establezcan estrategias respecto al trabajo en los campos, de acuerdo con sus características.
Sobre los potenciales usuarios de las ECU, Quiroga señala que “son todos aquellos que adquieran las maquinarias agrícolas de la empresa a la cual le hacemos el desarrollo. Podrán tener en tiempo real y, de manera almacenada, el trabajo realizado por la máquina”. Los contratistas rurales contarán con la información documentada del servicio que brindaron, datos de kilos sembrados por lote, la trazabilidad y precisión de los trabajos. Con la capacidad desarrollada por la empresa, su presidente precisa: “Nosotros vamos a estar a la altura de empresas multinacionales. Esta electrónica se puede usar en otro tipo de maquinaria, no descartamos la posibilidad de exportar”.
Quiroga pone en valor la interacción virtuosa entre la comunidad científica y empresas del sector industrial, independientemente de su escala. “Son todas interacciones que acortan las distancias entre ambos mundos”, expresa. Y finaliza: “Se genera un entusiasmo muy grande al ver que hay aplicaciones del conocimiento básico en desarrollos tecnológicos concretos, innovaciones que terminan en un producto comercializable. Tanto para los investigadores como también en las empresas que son los destinatarios finales de estos servicios”.

Mariela Méndez – Área de Comunicación CONICET Patagonia Norte