Mientras Argentina sigue ofreciendo sus reservas de litio en el mercado de concesiones mineras provinciales, Bolivia se prepara para retomar el plan de industrialización soberana (interrumpido por el golpe de estado) y Chile se debate sobre el alcance de las nuevas obligaciones impuestas a las empresas extractivas. En ese contexto, la Fundación InnovaT y CONICET organizaron el IV Seminario Internacional “ABC del Litio Sudamericano”, inaugurado por la Directora de Recursos Naturales de CEPAL, Jeannette Sánchez. Un breve repaso por los análisis allí presentados, permite evaluar con realismo la viabilidad y conveniencia de los esquemas productivos vigentes en cada país.
Fuente: El Cohete a la Luna, 25-10-2020
Argentina, Bolivia y Chile concentran el 60% de los recursos de litio conocidos en todo el mundo, un metal imprescindible para fabricar la nueva generación de baterías recargables que tanto Estados Unidos, como Europa y Asia consideran “estratégicas” para sus planes de transición energética hacia fuentes renovables y electromovilidad. Sin embargo, la puna sudamericana no sólo se destaca por la gran cantidad de litio, sino también por la calidad de sus reservas. Contenidas en las salmueras de los salares andinos, pueden ser explotadas con los costos productivos más bajos del mundo, muy por debajo de los que ofrecen los yacimientos mineros convencionales. Cerca del 90% de este tipo de reservas de “litio en salmueras” se ubica en Argentina, Bolivia y Chile. De ahí la etiqueta del “triángulo del litio” difundida por la revista Forbes para delimitar una zona geológica de alta relevancia estratégica. De ahí también la convocatoria al “ABC del Litio Sudamericano”, primer seminario internacional impulsado en 2013 desde la Universidad de Quilmes, para reunir a profesionales y protagonistas de distintas trayectorias, disciplinas y nacionalidades. A partir de allí, la realización del II Seminario en 2015 y del III Seminario en 2018, esa vez organizado en Chile por la Universidad de Antofagasta, fueron afianzando un nuevo espacio de debate y análisis multidisciplinario y regional, comprometido con la defensa de la soberanía sobre los salares andinos, a partir del intercambio respetuoso de las experiencias y los conocimientos adquiridos en cada país.
En la actualidad, las diversas crisis que atraviesan los tres países sudamericanos, agravadas por los efectos de la pandemia global, justificó la edición del IV Seminario “ABC del Litio Sudamericano”, organizado en formato virtual los días 8 y 9 de octubre por la Fundación InnovaT y CONICET, con el apoyo institucional del Ministerio de Ciencia y Tecnología, la Agencia Nacional de I+D+i, YTEC, IADE y ADIMRA. Es que en los tres países, aunque por distintas razones, el tema “litio” fue cobrando un creciente protagonismo público. Tanto en Argentina, donde el reciente acuerdo con los acreedores internacionales inauguró un nuevo debate sobre el rumbo económico y productivo del país, como en Bolivia y en Chile, donde los respectivos sistemas políticos en crisis se vieron obligados a atravesar decisivas jornadas electorales, las reservas públicas de litio emergieron como una clave privilegiada para vehiculizar los debates democráticos sobre las condiciones y posibilidades del desarrollo sustentable en la periferia primario exportadora.
Quizá por ello, en esta oportunidad el encuentro “ABC Litio” fue inaugurado por la Directora de Recursos Naturales de la CEPAL, Jeannette Sánchez Zurita, que brindó la conferencia “Panorama del litio en Sudamérica”. Después de contextualizar el debate sobre el litio sudamericano en el marco de lo que CEPAL considera la “peor crisis en 100 años” para América Latina, Sánchez Zurita justificó la necesidad de aumentar y articular los esfuerzos nacionales en relación a la gobernanza pública sobre los salares andinos y las reservas de litio (de “importancia geopolítica mundial”), tanto para mejorar las recaudaciones tributarias como para avanzar e integrar “los segmentos hacia adelante y hacia atrás de la cadena de valor del litio, el cobre y las energías renovables”. En abierta ruptura con el discurso tradicional impulsado por las grandes corporaciones mineras, la experta de CEPAL y ex ministra de Política Económica de Ecuador, advirtió sobre la falta de articulación entre las estrategias nacionales y llamó a dejar de lado la nociva competencia entre Estados por la atracción de Inversiones Extranjeras Directas a costa de bajar tributos, derechos laborales y protección ambiental.
A partir de allí, el evento continuó con tres paneles de exposiciones, los dos primeros dedicados a analizar la situación de la fase extractiva y el tercero a evaluar el potencial industrial y tecnológico asociado con la cadena de valor del litio, a la luz de la revolución tecnológica liderada por las potencias industriales, pero también de los distintos modelos locales de propiedad y gobernanza de los salares. Un breve repaso por las presentaciones de los y las especialistas de cada país, nos permitirá comparar los distintos esquemas productivos y sus consecuencias socio-técnicas, para evaluar con realismo y perspectiva la viabilidad y conveniencia de las políticas adoptadas.
La fase extractiva: ¿quiénes y cómo explotan las reservas sudamericanas?
Argentina es el único país donde cualquier empresa privada puede acceder a las reservas de litio a través de una simple concesión minera, que luego puede vender, arrendar o explotar a cambio de una regalía menor al 3%. En Chile y en Bolivia, en cambio, el litio fue declarado “recurso estratégico”, principio de soberanía nacional sobre el cual Chile decidió otorgar contratos de explotación a dos empresas transnacionales, mientras que Bolivia creó la empresa estatal YLB.
Fuente: CEPAL, División de Recursos Naturales, IV Seminario ABC del Litio Sudamericano, 2020
En el primer panel sobre “Extracción de litio en Sudamérica: actualidad y futuro”, Ernesto Calvo, director de INQUIMAE (CONICET-UBA), repasó los principales aspectos técnicos y económicos de la explotación de litio en Argentina, a cargo de FMC-Livent en Catamarca (desde 1997) y de Orocobre-Toyota en Jujuy (desde 2016), advirtiendo la necesidad de impulsar más investigaciones y de diseñar regulaciones específicas sobre un sector productivo que debería ser considerado como industria química estratégica y no como minería convencional, ya que “las leyes del mercado no pueden imponerse sobre las leyes de la química”.
Por su parte, Ruth Rade y Jan Cademartori de la Universidad de Antofagasta repasaron los distintos momentos del “enclave del litio” en Chile, analizando los alcances y límites de los nuevos contratos de explotación que las dos empresas extractivas, Albemarle y SQM, debieron firmar con la empresa estatal CORFO, tanto en lo relativo a royalties (que pueden llegar hasta el 40% de las ventas), como en las políticas de I+D, evaluación ambiental y relación con las comunidades.
En cuanto a Bolivia, Juan Carlos Montenegro, Gerente Ejecutivo de la empresa pública Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) desde su creación en 2017 hasta el golpe de estado en noviembre de 2019, puso en relieve los detalles del Plan Nacional de Desarrollo que impulsará el nuevo gobierno electo en relación no sólo al litio sino a todos sus recursos evaporíticos, para consolidar las fases de investigación y pilotaje (en marcha) y para concretar los programas de escalado industrial, tanto de litio y potasio primario, como de materiales catódicos y baterías, retomando allí los acuerdos de inversión y transferencia tecnológica con empresas de Alemania y China.
A continuación, el segundo panel se propuso avanzar “Hacia una evaluación de las externalidades”, asociadas con la exploración y explotación de los salares andinos. En ese marco, Ingrid Garcés, ingeniera química del Observatorio Plurinacional de Salares, expuso sobre las consecuencias ambientales y sociales que producen en Chile los dos proyectos extractivos radicados sobre el Salar de Atacama desde fines de siglo pasado, afectando drásticamente la sostenibilidad del ecosistema a causa del elevado consumo de agua detectado por los organismos públicos y denunciado por diversas organizaciones comunitarias.
Cerrando la jornada, Vera Mignaqui del Programa Ambiental de la Universidad Nacional de Quilmes, se propuso el difícil desafío de estimar “Cuánto aporta la extracción del litio en salmuera al desarrollo argentino”, tanto desde el punto de vista económico y tecnológico, como ambiental y social, llegando a la conclusión de que la producción de litio en Argentina “sólo genera impactos ambientales, no deja en la región beneficios significativos y no existen condiciones que favorezcan el desarrollo”.
El potencial industrial y tecnológico: ¿es posible avanzar en las cadenas de valor?
Si bien los tres países impulsan proyectos de I+D relacionados con baterías de litio, la dimensión y consistencia de cada estrategia está en directa relación al nivel de presencia estatal registrado sobre la fase primaria.
Al día siguiente, el seminario continuó con el tercer panel: “Litio y transición energética en América Latina”. Allí, Martina Gamba del CETMIC-CONICET, analizó la suerte de los múltiples proyectos de I+D en baterías que se registran en Argentina desde 2010, que emergieron como resultado de un activo fomento a la vinculación tecnológica, aunque al día de hoy ninguno logró materializarse por la falta de una articulación real con la producción local de litio: si bien destacó el importante crecimiento de investigaciones en las más variadas líneas temáticas relacionadas con la obtención y usos de litio, advirtió sobre la imperiosa necesidad de “asociarlas a un plan de desarrollo nacional, inclusivo, federal, democrático y de sustentabilidad fuerte” (citando las conclusiones del Foro Interuniversitario de Especialistas en Litio de la Argentina, 2020).
Por parte de Chile, eldirector del Centro de Investigación Avanzada del Litio y Minerales Industriales (CELiMIN), Mario Grágeda, repasó brevemente las iniciativas gubernamentales sobre energías renovables y electromovilidad, haciendo mención a los distintos intentos oficiales para avanzar, por la vía de la licitación internacional, hacia la producción de materiales catódicos (un insumo clave de las baterías), a partir del litio primario dispuesto por los nuevos contratos de explotación a precio de costo.
En cuanto a Bolivia, Marcelo Gónzalez, Director de Electroquímica y Baterías de YLB (la empresa pública creada por Evo Morales en 2017), describió los avances registrados en los planes de investigación y pilotaje, avances que ponen a Bolivia a la vanguardia regional en el dominio técnico para producir materiales catódicos y baterías de litio en escala piloto (tanto por la dotación de equipamiento como por la capacitación de los recursos humanos), lo que les permitió obtener en 2018 un acuerdo de inversión y transferencia tecnológica con la empresa alemana ACI Systems, suspendido en medio del golpe de estado de noviembre de 2019, pero aún respaldado por el propio gobierno alemán.
En síntesis: la soberanía nacional como condición de desarrollo sustentable
Para terminar, el IV evento “ABC Litio” cerró con una conferencia a cargo del químico e ingeniero en materiales de la Universidad Autónoma de Madrid, Iván Aranda Garoz, dedicada a analizar las “Condiciones socio técnicas para la Industrialización del litio en América Latina”, a partir de su propia experiencia como asesor de Bolivia para la instalación de la mayor planta piloto de baterías de litio de América Latina, localizada en el departamento de Potosí. Sin apelar a la mística “maldición de los recursos naturales” con la que generalmente se justifica el golpe de estado de noviembre de 2019, Iván Aranda explicó los avances registrados en Bolivia como el resultado de una estrategia productiva realista, coherente, sustentable y diseñada a la medida de las propias capacidades técnicas nacionales, definida sobre la marcha por decisión soberana de un gobierno democrático, en respuesta a la histórica demanda de amplios sectores populares.
A la luz del complejo proceso histórico que fue definiendo en Bolivia los pilares de un nuevo Plan de Desarrollo (cuya continuidad está ahora garantizada por los contundentes resultados de las elecciones nacionales), pero también de lo ocurrido en Chile a partir de la Comisión Nacional del Litio creada en 2014 para imponer nuevas obligaciones a las empresas extractivas (que lejos de retirar las inversiones buscan hoy ampliar aún más sus capacidades productivas), es posible identificar con claridad las bases para impulsar en Argentina una política nacional de litio, viable y acorde al objetivo de desarrollo sustentable e inclusión social: la soberanía nacional sobre los recursos naturales como punto de partida, el desarrollo tecnológico como medio y la transición energética como horizonte de bien común.
Federico Nacif
Coordinador de Vinculación Tecnológica
InnovaT – CONICET